CEJILLA 1
no bastan las fuentes.
Para el que quiere sus ojos al cielo llevar,
no basta sentarse cara al porvenir.
No basta soñar y soñar.
No basta plantar un árbol y una flor,
pudiendo jardines sembrar.
Ven conmigo, mi boca gritará contigo
que no es invento nuestro la esperanza.
Trae tus sueños, en ellos fundiré mis sueños.
Mañana seguiremos nuestra marcha.
Para el que ha visto brillar en la noche una luz,
no bastan las sombras.
Para el que tiene sus manos abiertas al sol,
para el que ha bebido de la eternidad,
no tiene sentido llorar.
Y el que una mañana descubrió el amor
no puede dejar de luchar.
Ven conmigo, mi boca gritará contigo
que no es invento nuestro la esperanza.
Trae tus sueños, en ellos fundiré mis sueños.
Mañana seguiremos nuestra marcha.
Para el que canta y vuelve sonrisa el dolor,
no vale el silencio.
Para el que quiere sus notas al viento lanzar,
feliz el que entiende que en la libertad
existen cadenas también,
porque el que a Samaria se inclinó a beber
al pozo tendrá que volver.
Ven conmigo, mi boca gritará contigo
que no es invento nuestro la esperanza.
Trae tus sueños, en ellos fundiré mis sueños.
Mañana seguiremos nuestra marcha.
Ven conmigo, mi boca gritará contigo
que no es invento nuestro la esperanza (a capella)
Trae tus sueños, en ellos fundiré mis sueños.
Mañana seguiremos nuestra marcha,
hacia Dios. Hacia Dios. Hacia Dios.