CEJILLA 2
por habernos regalado su amor.
Su bondad y su perdón y su gran fidelidad,
por los siglos de los siglos durarán.
El espíritu de Dios hoy está sobre mí,
y Él es quien me ha ungido para proclamar,
la buena nueva a los más pobres,
la gracia de su salvación. (bis)
Enviados con poder y en el nombre de Jesús,
a sanar a los enfermos del dolor;
a los ciegos dar visión, a los pobres la verdad
y a los presos y oprimidos libertad.
El espíritu de Dios hoy está…
Con la fuerza de su amor y de la resurrección
anunciamos llega ya la salvación.
Que ni el miedo ni el dolor, ni la duda o la opresión,
borrarán la paz de nuestro corazón.